martes, 11 de noviembre de 2014

Prosa-poemas cortos y simples III


2014-JUL-13
Prosa-poemas  cortos y simples

 Tempestad
¡huiré! -gritó juntando las manos en un suplicio al cielo - prometo que huiré , correré tanto como mis débiles piernas puedan , tanto como los rayos fugaces que , en la noche profunda , se desprende de un farol.
¡Ciudad furiosa y temible! Veo las leguas de fuego desprenderse de tus cimientos , ruinas mesuradas devoradas por la furia de sus ojos y su corazón de hierro.
¡huiré! cuando todo arde y nada quede ¡huiré! las culpas asesinan a mi conciencia ¡no tengo conciencia! flechas envenenadas apuntan a mi razón ¡ no tengo razón! se desprenden sombras llevando en los hombros a mi humanidad ¡no soy humano! - grita desaforada contemplando la ciudad en llamas , caída y vencida por ella misma.
Sus ojos son pupilas secas , almendras sin sustancias ; y su cabello es césped rudo y viejo; su silueta delgada  flota entre el mundo interno y el mundo externo.
Contemplando , antes de marcharse , la ciudad desaparecer (nubes de gas ocultando los despojos de lo que , hace poco , fue) se pregunta : ¿fue aquello todo lo que mis impulsos ocultaban?

Alicia y el reloj
Alicia yacía bajo el árbol , tomando la merienda , agitando con una mano su sombrero de paja.
 Un armario se abría de par en par ,
 de soslayo un reloj que hacía "tic tac"
pero al conejo , con todo su desgano y sus mal humor , nada le importa , todo se fue a la nada.

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