martes, 11 de noviembre de 2014

De la muerte al nacimiento.

2014-JUN-23

Recuerdo haber tenido los ojos cerrados , demasiado cerrados y cocidos a los párpados. También recuerdo ( y es que recuerdo tantas cosas!) guiarme yo misma por los senderos azules de matices violeta. Así como recuerdo desvanecerse las esperanzas escondidas de un corazón ardiente extinguiéndose  por las zozobras de cada mañana negra. Aunque una fornida silueta me tiente a no  humillar los honores de la voluntad de mi débil cuerpo , el temblor de mis manos no deja de escribirle. Es un círculo sin fin... de muerte y nacimiento ,de esperanzas que tienen esperanzas y juegos que no tienen comienzos pero siempre finales que vuelven a comenzar.
Recuerdo la arena sombría y blanca por las noches que no dejábamos de pisar , huellas camufladas cual camaleones huyendo de las tempestades del pasado.
También (difícil olvidar) unos pasos que caminaban junto a los míos , pies descalzos los nuestros sin guías , solo siguiendo la línea recta que habíamos trazado cada madrugada en cada sueño.
Ojos despistados que recorrían los pasados de cada quién : aceptarse con los cuerpos desnudos y la razón mediocre suele ser tan hermoso! .
Hoy recuerdo haber tenido los ojos abiertos , de par en par , llorosos , penetrantes y negros. Son mis sentimientos desnudos libres de toda coraza y de toda atadura. Vuelen , pues , libres palomas de papel. Emociones negadas llevan en sus alas , paganas palomas que recorren los caminos posándose en los ríos de plata. Sus vuelos son distantes , fugaces en la fugacidad del tiempo, rápidos como las horas de la soledad acompañada o de la soledad sin seres humanos.

De la muerte al nacimiento , un baile prodigioso , de tema libre y danza fresca , de párpados atrapados en el limbo de la serenidad y le tormento.

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