martes, 11 de noviembre de 2014

Manualidades

2014-SEP-05

Un trozo de papel era recortado con unas tijeras de asa amarilla. Los  cortes eran precisos , en ángulos perfectos y con medidas calculadas desde hace buen tiempo. Pieza blanca  de pliego pulido.
Fuese una noche (acaso no suele ser siempre al final del zenit? ) en la que sus pulcras piernas de papel se estremecieron a los impulsos constantes de su corazón de carboncillo, donde un germen de desconocido origen zumbía en las cóncavas de su frágil cuerpo sensible.
su cabeza era un círculo , sus brazos rectangulares y su manitas círculos más pequeños que daban sus primeros movimientos.
-mano derecha , mano izquierda , cabeza redonda y pies ovalados ¡vaya! mano derecha...
y se alzaba , su lánguido cuerpo señalaba al cielo con los pies en la tierra , las rodillas poco a poco dejaron de estar flexionadas al tiempo que sus párpados descubrieron a unos ojos cansados y consternados.
-y sin embargo tus labios de papel aun no se despliegan ¿no dirás palabra alguna?

Recuerdo que fue una noche en la que la profesora salio muy tarde , con un bolso en el que habían papeles que irían a parar a un basurero local. También ¡cómo olvidarle!  iba en él  mi muñequito de papel con corazón de carboncillo bañado, por su fuerte tonalidad blanca, de leche y nata . Recuerdo así mismo que mientras nosotros , los niños de la guardería ,jugábamos , se nos había quitado con engaños nuestras elegantes figuras de colores , entre ellas el mío , con la excusa de revisarlas y ponerles una nota que nos "alegrará " a todos debido a que sería una nota que satisface-ría a papá o mamá
- ¡y de sus muñecos de papel no sabrán jamás!

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