martes, 10 de noviembre de 2015

Prosas repetidas
Mendigos del tiempo.
He mendigado por campos de  concentración
cuando el estandarte de Hitler imponía sentimientos de represión.
He mendigado en las faldas del rey Enrique XVI , huyendo del palacio por temor
a la represalia del pueblo.
He mendigado donde Telémaco esperanzado , aguardaba a su padre .
O por quién sabe! las musas griegas revoloteaban en los jardines secretos.
Soy mendiga , mujer de cabellos enredados y libres ondas al viento.
He gemido en el lecho de los escritores bohemios y he bebido inocencias
de la cúspides iglesias de los campos.


Él .
ÉL es ausencia nocturna ,
Él se sienta en el peñasco de sus ofensas y grita un nombre que nadie oír puede ya.
Su cuerpo es un recuerdo abstracto de mis sueños extraviados ,
su esencia recorre mi alma sin dejarla jamás.
Él es de sonrisa caída y de voz dulce y tenue .
Sus párpados se entreabren imitando a los botones de rosas en estación.
Él ignora , él ignora ... ¡ignora mi silueta al costado suyo!
Somos sombras fugaces caminando en sentido inverso.

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